miércoles, 24 de abril de 2013

Ya está. Se acabó.

Que no hay más, pasamos capítulo. Yo quise seguir pasando hojas, tú cerraste el libro. 
Ahora cada uno por su lado. Sin saber bien qué decir. Empeñados en olvidar lo que fue. 

He leído tantas veces nuestra historia que ya se han secado las lagrimas de mis ojos.
Casi ha dejado de doler. Cada beso, cada caricia, cada abrazo... Tu puta sonrisa. Todo inerte. Ahora sin sentido, antes el motivo de mi día a día. 

Cada historia es diferente, pero sé que contigo todas acabarán igual. Todo está pensado, todo está asumido. Más que claro. 

Guardé una copia de nuestro libro mientras que tú tiraste las hojas y las quemaste. Y aquí estamos, en una relación hostil. Puede que no sea ni eso, vamos, lo más seguro. 

Cerrar los ojos, pensar en ti, que duela el simple hecho de recordar que estuviste a menos de unos centímetros de mi, durmiendo en mi cama, y a mi lado. Y aún duele, la herida no cicatriza. 
¿Lo hará algún día? 

Pero que no hay vuelta atrás, se ha acabado, no se volverá a repetir. Las cosas se han terminado porque tú lo has querido así.

Sé que ha pasado bastante tiempo, pero ¿y qué? Sigo pensando en ti, cada vez menos. Pero lo hago. 

Solo es para que sepas que a mi sí me importas. Que sí, que yo te quiero, aunque no te lo dijera nunca. Te quería y te quiero. 

Solo queda dejar pasar el tiempo. Que todo vuelva a estar bien. Que lo que ha pasado entre nosotros no me afecte ahora. Ahora que estoy bien no voy a permitir que me jodan los putos recuerdos.

Eh, que te vaya bien. 

domingo, 21 de abril de 2013

Estos últimos años.

Yo siempre fui ese patito feo, la amiga de..., la chica del fondo en las fotos... El cero a la izquierda. No destacaba en nada. Mis notas eran malas, como acababa de empezar el instituto me empecé a distanciar de mis amigas de toda la vida, el chico que me gustaba me trataba como un puto bicho raro. En cierto modo tenía razón, era normal que ninguno chico se acercara a mi. 

Apenas me peinaba bien, no me solía fijar en la ropa que llevaba, ni si quiera me gustaba; mis dientes eran horribles, llevaba una diadema siempre, sin flequillo... Era una especie de ser humano defectuoso.. 

Estaba deprimida, el chico que me gustaba me trataba cual mierda (como lo que era), mis diarios siempre acababan diciendo: "Ojalá esto sea lo último que escriba".. Así día tras día. No me sentía una persona importante para nadie, tal vez no lo era o sí, no lo sabía y sigo sin saberlo. Eso en primero.

En segundo, creo recordar que empecé a irme con otra gente... A sentirme "importante", pero esa sensación solo logró que me revelara contra mis padres,como cualquier otro adolescente, broncas todos los días a todas horas, convivencia imposible... 
Empecé a salir con un chico, era árabe, mis padres vieron su tuenti. Tenía fotos de niños soldados, y fotos sobre el atentado de las Torres gemelas... Me prohibieron estar con él pero pese a todo seguí adelante, para que luego me dejase cual mierda. Eso me sirvió de apoyo para "mejorar" mi autoestima. Notese mi ironía.

En tercero empecé a llevar el pelo decente, llevaba dos años con braquets, ese verano había estado saliendo con un chico.. Las cosas iban a mejor, solo respecto a chicos, y tal vez algo de aspecto, pero aún así, no era suficiente. Las notas iban peor aún que en primero y además conocí a un chico que trastocó mis papeles. Hizo que cambiara radicalmente, cuando lo dejé con él, empezaron a inventarse que era una guarra, que me había tirado a medio Sanse, que se la había chupado a no se cuantos.. Incluso que me habían violado unas cuantas veces y que había abortado dos. 

En mi segundo tercero las cosas no fueron tan mal, las discusiones en casa seguían. Empecé a arreglarme más, aunque no logré pasar de curso.

Este año... Las cosas son... No perfectas, pero son geniales. La relación con mis padres es genial, estoy cómoda conmigo misma, no me creo una belleza pero tampoco soy fea, soy... mona; voy a pasar de curso (pese a estar en un PCPI) y aunque mis relaciones amorosas no sean... lo suficiente, me valen. Y con mis amigas... Perfecta, además estoy conociendo gente nueva, he conocido gente a lo largo de estos años que me han ayudado a seguir adelante... 

Nunca os paréis a pensar en el pasado si realmente quieres ser feliz, aprende de él y mejora día a día para lograr estar a gusto contigo mism@.

martes, 2 de abril de 2013

Crea recuerdos.

Pequeña, ¿ves a la persona mayor que está a tu lado? Sí, sí. Hablo de tu abuelo.

Esa persona que te da todos los caprichos, que te cubre cuando haces mal las cosas, la que te dice siempre lo bonita que estás. Sí, esa persona.

Aprovecha cada comida, cada tarde en su casa. Cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo. Demuéstrale en todo momento lo que te importa. Pero hazlo, de verdad. 
Agradécele todo lo que ha hecho por ti. Te lo digo totalmente en serio.

Crea recuerdos. Muchos. Para luego cuando no esté tener sonrisas. Que no te lamentes de nada, nada.

Mi abuelo murió y no tengo muchos recuerdos con él. Haría lo que fuese para que volviese. Y se quedase, claro. Necesito un día, un puto día a su lado. Pero ya no se puede, solo me queda dedicarle unas lineas y recordarlo, es lo que me queda. 

Le echarás de menos, pero al menos sabes que él estaba seguro de lo mucho que lo querías. 


Pasado.

He llegado a una conclusión. Llevo toda mi vida viviendo en el pasado, recordando, pensando en lo que podía haber sido y no fue, torturándome día a día. Y... ¿qué he logrado con eso?

Lo único que he sacado de hacer de el pasado mi carpe diem ha sido sufrir... ¿Me merecía la pena? Por culpa de eso no he sabido apreciar oportunidades que podían haber mejorado mi vida.

Si nunca pasas página no serás capaz de valorar lo que tienes día a día. Y, en un futuro, te lamentarás de no haber aprovechado lo que ahora tienes.