miércoles, 5 de marzo de 2014

Carpe diem.

Puede que sea el momento de romper los esquemas. De pasarlo bien, de ser realmente quién eres.
Puede que sea el momento de arriesgarse. De mandarlo todo a la mierda, de decir lo que quieres decir.
Es el momento de ser tú.

Que no te preocupe la gente, tan sólo saben hablar, que no te preocupe el qué dirán, porque hagas lo que hagas siempre tendrán algo de lo que quejarse. No les gusta verte bien, no quieren que el mundo no gire en torno suyo. 
 Elige a las personas que quieres que estén en tu vida, que compartan tus momentos, que te quieran y que realmente merezcan la pena y, una vez elegidas, sigue adelante y sé feliz con lo que tú has escojido.

Nunca te conformes con lo que tienes, porque siempre, y digo siempre, puedes llegar más alto. Mucho más alto. Los límites sólo te los pones tú.  Y... ¿para qué tener límites?

Disfruta del día a día, porque la vida pasa igual que un pestañeo. Cuando te quieras dar cuenta tal vez sea demasiado tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario