jueves, 6 de marzo de 2014

Después de la tormenta, siempre sale el sol.

Hoy al mediodía, he cogido mis cuadernos de éstos tres últimos años y he ido leyendo un poco por encima todo lo que escribía, todo aquello que en ése preciso momento pasaba por mi cabeza y, sí, me entraba una especie de melancolía... pena al recordar momentos en los que no era tan feliz o nostalgia al ver todo lo bueno que he pasado. 
La verdad es que al volver a guardar mis cuadernos en su sitio me ha invadido una sensación de felicidad total. Últimamente me siento muy bien y, me gusta, porque hacía tiempo que no me estaba así, porque antes miraba hacia atrás y seguía viendo a la chica que estaba destrozada, que no podía, que se infravaloraba que, en resumen, no era feliz. Y ahora veo una chica completa, que ha superado todo lo que ha querido y más que hará, que si quiere puede comerse el mundo. Y lo conseguirá. 

Porque todos tenemos que estar en paz con nosotros mismos, porque no puedes depender de alguien para ser feliz o no, ni tu cuerpo puede influenciar tu estado de animo. Hay que ser como realmente seas, y a los demás que les jodan. Nadie va a salvarte cuando estés tiradx en el suelo, nadie dará la cara por ti al final. Pocas personas lo harán y quién sea, seguro que merece la pena mantener a ese alguien en tu vida.
No busquéis nada, porque no lo vais a encontrar. No todo es tan fácil como parece. 

Y quiero finalizar diciendo que estoy orgullosa de mí por ser quién soy hoy, que iré mejorando porque quiero y puedo. Sé que no soy perfecta, que nunca lo seré, pero no me importa porque yo, soy yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario